miércoles, 12 de agosto de 2009

Visión de los dos anillos de Boda!


Dr. David Owuor.

La siguiente visión fue dada por Dios el 1ro de Noviembre del año 2006.

En una manera maravillosa, tuve una experiencia espiritual propia de nuestros días, el Señor Dios, el Padre, me concedió el privilegio de entablar una conversación en el salón del trono de Dios. Mientras todo estaba en silencio y quietud, a las 3 de la madrugada del 1ero de Noviembre del 2006 pude ver una gran expresión de lo que Dios tiene para la iglesia.

En está visión ví que los cielos se fueron abriendo y por esa entrada de los cielos empezó a fluir la gloria de Dios. Era algo poderosísimo. La gloria del Señor llenó progresivamente los cielos hasta abarcar el horizonte. Era inmensa la “cantidad” de la gloria de Dios y literalmente, fue como si llegara hasta el final de los cielos, llenándolo todo por completo.

Me mantuve observando el resplandor de la gloria de Dios como se movía de un cielo a otro (recordando que existen 3 cielos), era una visión espectacular. Fue una manifestación de la autoridad de la presencia de Dios en los cielos.

En un corto tiempo se expandió y la densa oscuridad de la noche (que simbolizaba que era la medianoche) fue completamente absorbida, como si nunca hubiera existido en lo absoluto.

Una comprensión parcial de lo que estaba ocurriendo vino sobre mí, algo totalmente nuevo e histórico estaba por suceder y se desplegó ante mi. Como nunca antes me sorprendió la visión de la gloria de Dios, era como una acumulación de luz que empezó a iluminar todo el camino en la tierra que se encontraba en oscuridad.

En este día yo percibí la autoridad, la gloria y la majestad del poder de Dios. Lo que había comenzado como un punto luminoso se había convertido en algo grandísimo. De repente, el cielo se abrió y se veía como una entrada o puerta hacia el cielo. Entonces, vi dos anillos de boda, llenos de la gloria de Dios, dorados, como si fueran de oro puro. Estos anillos venían en una cubierta, esa cubierta se abrió y salieron los anillos. La cubierta se colocó del lado izquierdo de la entrada del cielo y los anillos se colocaron al lado derecho de la entrada del cielo. Este envoltorio de los anillos estaba hermosamente decorado. Por algún tiempo, este envoltorio permaneció en la posición mencionada anteriormente, su interior revelaba un terciopelo de color rojo como sangre que se había bordado delicadamente dentro de el. Por su parte exterior, este envoltorio presentaba una superficie dorada como el oro. Tenía un resplandor increíble y no podía haber sido hecho por habilidad humana, esos anillos reflejaban la perfección sobrenatural del Dios Todopoderoso.

Estos anillos eran idénticos el uno del otro, tanto en tamaño como en la forma, eran como imágenes en espejo el uno del otro, iguales en calidad. Estaba absorto en la visión que estaba viendo, entonces en este momento, el Dios del cielo empezó a rotar y a mover los anillos en todas las direcciones. Lo hizo para que yo pudiera observarlos completamente. Además, el Señor quería que yo entendiera que él se había dedicado cuidadosamente a la elaboración y el diseño de los anillos. El Señor hizo eso para enfatizar la suma importancia que tiene para él las bodas del Cordero. Mientras los anillos eran movidos en diferentes direcciones, estos emitían un brillo que emanaba de la Presencia de Dios y en la cual estaban envueltos.

Cuanto tiempo estuvieron moviéndose, no lo sé, pero todo lo que puedo recordar es que el Señor me mantuvo consciente de lo que su corazón sentía por su obra y como estaba satisfecho de ella, satisfecho de lo finamente que estaban adornados. El Dios Todopoderoso estaba contento y me dijo: “Mira! Observa bien lo que he estado haciendo durante todo este tiempo, trabajando en la preparación de las bodas del Cordero”. Esto me dió una gran lección acerca de no solamente hacer las cosas que Dios nos asigna, sino la importancia de hacerlo con excelencia.

El observar los anillos de boda de cerca trajo mayor revelación a mi vida. Se hizo obvio para mi que en el cielo era un honor preparar y adornar estos anillos para las bodas del Cordero. Los anillos estaban llenos de realeza, de majestad y de la riqueza del reino de Dios. Sin lugar a dudas, era posible ver la autoridad ilimitada que estos dos anillos tenían en el cielo.

La gloria de Dios que irradiaban estos anillos de boda era muy brillante, de un material de una pureza inigualable. El Señor me dio a conocer que estos dos anillos de boda tenían el poder de capturar la atención en todo el mundo. Después que me dijo esto, empecé a comprender porque el Señor Todopoderoso esperaba que nuestra atención total estuviera puesta en los eventos protagonistas de las bodas del Cordero.

Los anillos se movieron ocupando un espacio especial en el cielo, como si nada más pudiera ocurrir en ese momento, como si no hubiese espacio para otro evento en el cielo ni en la tierra. Todo lo demás era menos importante!. Estos anillos hablan de cómo Jesucristo es el centro del cielo y de la tierra. Esta verdad central, la tierra parece no haberla descubierto aun.

La superficie de los anillos fue terminada con una decoración hermosa dorada, eran como gotitas de lluvia pero al mismo tiempo tenían unas pequeñas protusiones. Impresionante era la superficie del anillo que normalmente se expone al frente, cuando uno usa un anillo de boda, el cual tenía incrustaciones de diamante. La parte interna de los anillos, donde el dedo tiene contacto con la superficie era de una belleza indescriptible.

Ese día, tuve una excelente visión de las riquezas del Dios Todopoderoso en los cielos. En este momento y dentro de la visión pude escuchar que me decía: ¿Qué cantidad de riquezas en la tierra tiene el hombre como para ignorarme?

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