Pastor Kim, Yong-Doo:
Había pasado una semana desde que comenzó el rally de oración. Nuestra batalla espiritual se intensificó, y nuestras pruebas físicas continuaron diariamente. Uno por uno, cada guerrero de oración abrió sus ojos espirituales y fueron llenos del Espíritu Santo. Las fuerzas demoníacas continuaron moviéndose de manera agresiva. Muchas situaciones personales se levantaron, poniendo a prueba nuestro umbral de enojo. En el primer día, uno de los neumáticos de mi coche se dañó. Al día siguiente, el neumático delantero también. Yo estaba muy frustrado con la situación. Sin embargo, no me quejé ante Dios, sino que le grité: "¡Aleluya", con un corazón agradecido. Al día siguiente, una grúa se llevó mi coche. Esto realmente me hizo sentir como cerca de un precipicio, pero mi esposa y los miembros de la congregación me recordaron: "Pastor, usted tiene que perseverar a través de todo esto". Más tarde, alguien rompió las luces del coche, y al día siguiente, alguien rayó el costado del coche con un objeto punzante.
El servicio de la Iglesia progresó de la manera en la que el Espíritu Santo guió. Hasta entonces el título en el boletín de la iglesia decía: "La hora de la llenura del Espíritu Santo", pero fue reemplazado por "Un servicio realmente guiada por el Espíritu Santo." La adoración, la oración, el sermón, y otras formalidades fueron quitadas y dejamos que el Espíritu Santo dirigiera la adoración, la oración, la predicación y la proclamación. El sermón puede darse más tarde ya que no hay presión para terminar dentro de un plazo de tiempo determinado.
Cada guerrero de oración ve la presencia de Jesús durante nuestras noches de oración, vigilias, así que no se sienten cansados, aunque el servicio se prolonga hasta la mañana siguiente. Siempre estamos alerta, y no hay tiempo para bajar la guardia ya que el diablo ataca sin cesar.
Kim, Joo-Eun:
Yo estaba orando en lenguas, cuando Jesús se acercó a mí diciendo: "Joo-Eun, te amo." Continuó diciendo: "Joo-Eun, ora con diligencia, y tomaré tu mano y te llevaré al cielo. Ora sin cesar. Yo te mostraré el cielo. ¿Entiendes?”
Más tarde, esa noche, los demonios aparecieron en grupos. Uno apareció agitando sus alas como un murciélago, con dos pequeños cuernos en su cabeza, tenía los ojos como un gato. El demonio voló hacia mí con su boca abierta llena de baba pegajosa. Los ojos estaban inyectados en sangre. Grité: «En el nombre de Jesús, te ordeno demonio inmundo y sucio: Vete de aquí." Con eso, desapareció. Un poco más tarde, apareció un demonio con cara azul y de ojos pequeños, se me acercó. Tenía miedo y tenía la piel de gallina en todo mi cuerpo, grité: "En el nombre de Jesús, apártate de mi." Pero este demonio no se movió. Grité en voz alta y llena de temor, cuando la hermana Baek, Bong-Nyo, que estaba sentada a mi lado, se unió a los gritos: "En el nombre de Jesús, vete de aquí! ". Sólo entonces se fue.
Volví a orar, cuando un enorme dragón rojo comenzó a volar hacia mí. Sus ojos eran verdes. Sus cuernos eran largos y afilados, sobresalían de su cabeza. Había humo en sus fosas nasales. Se abalanzó hacia mí como si estuviera a punto de tragarme vivo. No me moví. Mantuve mi postura, orando en lenguas fervientemente en el nombre de Jesús, y de repente huyeron. Fue una sensación muy gratificante. No me di cuenta del poder y la magnitud del nombre de Jesús antes de esta experiencia.
Más tarde, cuando yo estaba pensando acerca de Jesús colgado en la cruz, apareció él, diciendo: "Joo-Eun, un poco más, ora sólo un poco más."
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