Lee, Yoo-Kyung:
Por algún tiempo, estuve reprendiendo demonios mientras oraba en lenguas cuando Jesús aparecía y me llamaba por mi nombre, “Mi amada Yoo-Kyung! Ven conmigo al cielo!”
En el cielo, Jesús, yo y Yae-Ji jugamos juntos. Yae-Ji le preguntó a Jesús, “Jesús, me gustaría pasear en las nubes con mi hermana Yoo-Kyung.”. Entonces, Jesús movía la nube. La nube gentilmente venía y se detenía al frente de nosotros. Viajamos de aquí para allá, por todo el cielo, como queríamos.
Pero, de repente Jesús preguntó, “Yoo-Kyung, quieres visitar el infierno?” Yo respondí, “No, gracias. Nunca más quiero regresar al infierno. No quiero ver el infierno más!” Mientras yo replicaba, Yae-Ji me interrumpió diciendo, “Hermana mayor, en el cielo hay muchos libros impresionantes. Quieres verlos?” Tuve miedo de que Jesús me llevara al infierno, entonces rápidamente dije, “Si, vamos a ver aquellos libros,” y seguí a Yae-Ji. Jesus vino con nosotros al salón lleno de libros.
Muchos ángeles saludaron a Yae-Ji moviendo sus cabezas. Vimos muchos libros. Todos los libros fueron hechos de oro y resplandecían. Luego fuimos a una “playa” que habíamos visitado anteriormente y jugado en ella, incluso nadamos. Jesús me preguntó, “Yoo-Kyung, me amas?” y yo respondí audazmente, “Sí! Jesús, te amo.” Jesús respondió, “Mi hija querida, te amo mucho.”
*Argumentos que causan que tu casa en el cielo colapse
Le pregunté a Jesús, “Jesús, he escuchado que cuando lleguemos al cielo, tendremos una casa propia. Me gustaría ver mi casa. Quiero ver la de mi hermano Haak-Sung, Joseph, y la Joo-Eun,” entonces Jesús estuvo de acuerdo. “Si, claro. Si mi querida Yoo-Kyung quiere verlas, Yo se las mostraré.” Él me guió a mi casa. Viajamos por un momento cuando vi una casa de oro, resplandeciente. Jesús dijo, “Esta es tu casa,” y en ese momento me quedé anonadada, llena de admiración. Los ángeles estaban ocupados construyendo mi casa.
Mi casa estaba hecha de oro, y su brillo me encandiló. Cuando le pregunté cuantos pisos tenía, él dijo que él 5to piso estaba casi por completarse pero que se colocarían más columnas para construir más pisos hacia arriba. También vi la casa de mi hermano Haak-Sung, y este tenía terminado hasta el 7mo piso.
Cuando yo pregunté por la casa de Joseph y de Joo-Eun, Jesús me miró preocupado. “Qué hice?” pregunté por si había hecho algo malo. El explicó que Joseph y Joo-Eun ambos tenían hasta 3ro y 4to casi completos, pero cuando ellos discutían el edificio colapsaba. Jesús me enseñó que ya sea un adulto o un niño, si eres egoísta, argumentativo o usas palabras de maldición, tu casa en el cielo se tambaleará y derribará tremendamente. Jesús me dijo que les dijera a ambos que nunca pelearan y que tratarán de ponerse de acuerdo.
Jesús tenía en su cara una tristeza inmensa; especialmente mirando la casa quebradiza, el no escondía su tristeza. “Oh, qué podemos hacer? Porque Joseph y Joo-Eun discuten demasiado? Yoo-Kyung, por favor, dile a ellos que dejen de pelear. Ellos empiezan a jugar entre ellos y terminan peleando y mientras juegan pelota, al final, terminan discutiendo. Su casa ha sido construida con muchas dificultades por los ángeles bajo mis instrucciones – como podemos construirla de nuevo?” Y él se preocupó de verdad.
A menudo, yo peleo con mi hermano mayor, Haak-Sung, y ahora sé que realmente debo tener cuidado de nuestros argumentos. Si permitimos a nosotros mismos pelear acerca de cualquier asunto por pequeño que sea, nuestra casa en el cielo, sin ninguna duda, caerá y yo he sido testigo de eso. Jesús me vistió con una ropa dorada con alas, diciendo, “Mi querida Yoo-Kyung, tu eres testigo de lo mucho que te amo.” Inmediatamente respondí, “Señor, Iré a compartir y seré testigo mañana de lo que he visto.” Jesús dijo, “De verdad? Sé celosa y guardalo. Seguiré construyendo tu casa rápidamente.”
Le pedí un favor a Jesús. “Jesús! Hoy, el hijo de la diaconisa Shin, Jung-Min viene a la iglesia, entonces, por favor, haz un apodo para él,” y Jesús dijo, “Oh sí, a Jung-Min le gusta mucho dormir, entonces será apropiado llamarlo ‘Dormilón’.” Jesús gritó su apodo. Luego, regresé a la iglesia con Jesús y continue orando en lenguas.
Por algún tiempo, estuve reprendiendo demonios mientras oraba en lenguas cuando Jesús aparecía y me llamaba por mi nombre, “Mi amada Yoo-Kyung! Ven conmigo al cielo!”
En el cielo, Jesús, yo y Yae-Ji jugamos juntos. Yae-Ji le preguntó a Jesús, “Jesús, me gustaría pasear en las nubes con mi hermana Yoo-Kyung.”. Entonces, Jesús movía la nube. La nube gentilmente venía y se detenía al frente de nosotros. Viajamos de aquí para allá, por todo el cielo, como queríamos.
Pero, de repente Jesús preguntó, “Yoo-Kyung, quieres visitar el infierno?” Yo respondí, “No, gracias. Nunca más quiero regresar al infierno. No quiero ver el infierno más!” Mientras yo replicaba, Yae-Ji me interrumpió diciendo, “Hermana mayor, en el cielo hay muchos libros impresionantes. Quieres verlos?” Tuve miedo de que Jesús me llevara al infierno, entonces rápidamente dije, “Si, vamos a ver aquellos libros,” y seguí a Yae-Ji. Jesus vino con nosotros al salón lleno de libros.
Muchos ángeles saludaron a Yae-Ji moviendo sus cabezas. Vimos muchos libros. Todos los libros fueron hechos de oro y resplandecían. Luego fuimos a una “playa” que habíamos visitado anteriormente y jugado en ella, incluso nadamos. Jesús me preguntó, “Yoo-Kyung, me amas?” y yo respondí audazmente, “Sí! Jesús, te amo.” Jesús respondió, “Mi hija querida, te amo mucho.”
*Argumentos que causan que tu casa en el cielo colapse
Le pregunté a Jesús, “Jesús, he escuchado que cuando lleguemos al cielo, tendremos una casa propia. Me gustaría ver mi casa. Quiero ver la de mi hermano Haak-Sung, Joseph, y la Joo-Eun,” entonces Jesús estuvo de acuerdo. “Si, claro. Si mi querida Yoo-Kyung quiere verlas, Yo se las mostraré.” Él me guió a mi casa. Viajamos por un momento cuando vi una casa de oro, resplandeciente. Jesús dijo, “Esta es tu casa,” y en ese momento me quedé anonadada, llena de admiración. Los ángeles estaban ocupados construyendo mi casa.
Mi casa estaba hecha de oro, y su brillo me encandiló. Cuando le pregunté cuantos pisos tenía, él dijo que él 5to piso estaba casi por completarse pero que se colocarían más columnas para construir más pisos hacia arriba. También vi la casa de mi hermano Haak-Sung, y este tenía terminado hasta el 7mo piso.
Cuando yo pregunté por la casa de Joseph y de Joo-Eun, Jesús me miró preocupado. “Qué hice?” pregunté por si había hecho algo malo. El explicó que Joseph y Joo-Eun ambos tenían hasta 3ro y 4to casi completos, pero cuando ellos discutían el edificio colapsaba. Jesús me enseñó que ya sea un adulto o un niño, si eres egoísta, argumentativo o usas palabras de maldición, tu casa en el cielo se tambaleará y derribará tremendamente. Jesús me dijo que les dijera a ambos que nunca pelearan y que tratarán de ponerse de acuerdo.
Jesús tenía en su cara una tristeza inmensa; especialmente mirando la casa quebradiza, el no escondía su tristeza. “Oh, qué podemos hacer? Porque Joseph y Joo-Eun discuten demasiado? Yoo-Kyung, por favor, dile a ellos que dejen de pelear. Ellos empiezan a jugar entre ellos y terminan peleando y mientras juegan pelota, al final, terminan discutiendo. Su casa ha sido construida con muchas dificultades por los ángeles bajo mis instrucciones – como podemos construirla de nuevo?” Y él se preocupó de verdad.
A menudo, yo peleo con mi hermano mayor, Haak-Sung, y ahora sé que realmente debo tener cuidado de nuestros argumentos. Si permitimos a nosotros mismos pelear acerca de cualquier asunto por pequeño que sea, nuestra casa en el cielo, sin ninguna duda, caerá y yo he sido testigo de eso. Jesús me vistió con una ropa dorada con alas, diciendo, “Mi querida Yoo-Kyung, tu eres testigo de lo mucho que te amo.” Inmediatamente respondí, “Señor, Iré a compartir y seré testigo mañana de lo que he visto.” Jesús dijo, “De verdad? Sé celosa y guardalo. Seguiré construyendo tu casa rápidamente.”
Le pedí un favor a Jesús. “Jesús! Hoy, el hijo de la diaconisa Shin, Jung-Min viene a la iglesia, entonces, por favor, haz un apodo para él,” y Jesús dijo, “Oh sí, a Jung-Min le gusta mucho dormir, entonces será apropiado llamarlo ‘Dormilón’.” Jesús gritó su apodo. Luego, regresé a la iglesia con Jesús y continue orando en lenguas.
Lee, Haak-Sung:
Tenía aproximadamente 10 minutos orando, cuando aparecieron 3 demonios, uno por uno. El primer demonio tuvo apariencia masculina, pero su cabeza era más pequeña y no supe que pasó con su cabeza. El estaba usando una camiseta manga corta, pero tenía agujeros en toda la camiseta. Su cuerpo estaba cubierto con venas prominentes que parecían fideos hinchados. Luego, un demonio femenino usando un vestido se acercó a mí, pero no le pude ver sus ojos. La única cosa que pude ver claramente fue su nariz puntiaguda y sangre bajando por su boca. Con un fuerte ruido, ella me atacó con sus uñas para rasguñarme.
El tercer demonio fue una serpiente enorme y gruesa y se deslizó hacia mí. Su longitud fue aprox de 32 pies y el ancho fue del tamaño de una pierna de un adulto promedio. Hubo una boca en la cabeza y en al final de la cola, y ambas venían contra mi.
Yo clamé al Señor, “Jesús, sálvame. Por favor, Ayúdame!” y él rápidamente vino y echó fuera los demonios. Luego Jesús nos rodeó mientras orábamos y tocó a cada uno de nosotros, uno por uno. Jesús especialmente tocó la cabeza del Pastor Kim y su espalda adolorida, el pie de Joseph y la espalda de Joo-Eun. Jesús se acercó diciendo, “comparte uno de tus deseos conmigo.” Yo respondí, “Jesús, por favor, ayuda al hermano Oh, Jong-Suk a mantener su trabajo y para que asista diligentemente a la iglesia”. Jesús estuvo de acuerdo, me aplaudió. “Haak-Sung, el día estuvo muy frío, pero aún así tu fuiste a testificar y a compartir el evangelio hoy… tu me hiciste muy feliz.”
Cuando Jesús se fue, el demonio femenino que usaba el vestido, tenía el cabello como una colegiala, se me acercó. No le presté atención y continue orando en lenguas. El demonio puso su cara frente a mi, pero no le vi los ojos, la nariz o la boca. El demonio tenía algo en su mano y con esto tocaba mi nariz mientras estaba orando. Esto me hizo estornudar un par de veces. Viendo esto, el demonio comenzaba a reírse.
Cubrí mi boca con las dos manos y ordené al demonio en el nombre de Jesús huir de mi!. Existen muchos demonios diferentes y cosas muy extrañas pasan desde que empiezo a orar diligentemente. Creo que el mundo espiritual es profundo, que existen cosas que en el mundo humano no existen o que nunca hemos visto antes. Yo quedaba sorprendido una y otra vez después de cada encuentro.
El tercer demonio fue una serpiente enorme y gruesa y se deslizó hacia mí. Su longitud fue aprox de 32 pies y el ancho fue del tamaño de una pierna de un adulto promedio. Hubo una boca en la cabeza y en al final de la cola, y ambas venían contra mi.
Yo clamé al Señor, “Jesús, sálvame. Por favor, Ayúdame!” y él rápidamente vino y echó fuera los demonios. Luego Jesús nos rodeó mientras orábamos y tocó a cada uno de nosotros, uno por uno. Jesús especialmente tocó la cabeza del Pastor Kim y su espalda adolorida, el pie de Joseph y la espalda de Joo-Eun. Jesús se acercó diciendo, “comparte uno de tus deseos conmigo.” Yo respondí, “Jesús, por favor, ayuda al hermano Oh, Jong-Suk a mantener su trabajo y para que asista diligentemente a la iglesia”. Jesús estuvo de acuerdo, me aplaudió. “Haak-Sung, el día estuvo muy frío, pero aún así tu fuiste a testificar y a compartir el evangelio hoy… tu me hiciste muy feliz.”
Cuando Jesús se fue, el demonio femenino que usaba el vestido, tenía el cabello como una colegiala, se me acercó. No le presté atención y continue orando en lenguas. El demonio puso su cara frente a mi, pero no le vi los ojos, la nariz o la boca. El demonio tenía algo en su mano y con esto tocaba mi nariz mientras estaba orando. Esto me hizo estornudar un par de veces. Viendo esto, el demonio comenzaba a reírse.
Cubrí mi boca con las dos manos y ordené al demonio en el nombre de Jesús huir de mi!. Existen muchos demonios diferentes y cosas muy extrañas pasan desde que empiezo a orar diligentemente. Creo que el mundo espiritual es profundo, que existen cosas que en el mundo humano no existen o que nunca hemos visto antes. Yo quedaba sorprendido una y otra vez después de cada encuentro.
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