miércoles, 25 de agosto de 2010

Baptized by Blazing Fire, Día 18

“Humíllense pues bajo la ponderosa mano del Señor, para que él los exalte a su debido tiempo… Sean sobrios y velad porque su adversario el diablo anda como león rugiente, buscando a quien devorar…” (1 Pedro 5:6-10)

Lee, Haak-Sung:

El pastor nos dijo en el sermón de la tarde, “Cuando los demonios aparezcan, no tengan miedo, sino peleen audazmente cara a cara!. Esos demonios no son nada, entonces no debemos tenerles miedo”. El pastor continuó “Cuando profundizas en el mundo espiritual y oras intensamente, encontrarás algo. Cuando tu los captures, hazlos pedazos y destrúyelos”. Pensé para mi mismo, “cómo podemos hacerle tal cosa a los demonios? El pastor Kim está exagerando y haciendo un show de esto”.

El Pastor repitió con una firme convicción, “Podemos hacerlo. Hemos sido atacados y abusados. Es ahora nuestro turno de vengarnos y atacarlos”. Yo respondí “Amén!”. Nuestro pastor ayudó a cada uno a estar de pie y nos enseñó visualmente como atacar. Cuando nuestra respuesta fue débil, él nos entrenó con confianza.

Podemos realmente capturar demonios?” Hasta ahora, nosotros éramos capaces de utilizar el nombre de Jesús como arma para echar fuera los demonios. Estuvimos en shock y tuvimos incredulidad con el hecho de que ahora podíamos entablar batalla mano a mano con ellos.

Estuve orando en lenguas por algún tiempo cuando dos demonios que había visto antes, regresaron. Uno de ellos llevaba en su mano una gran pluma de pavo real, y como antes, utilizó la punta de la pluma para hacernos cosquillas en la nariz. Traté de no detenerme en la oración. De repente, recordé el sermón que el pastor había dado en el servicio de la tarde. Yo simulé tomar la pluma que tenía el demonio, “Oh, cómo puede ser esto? La pluma estaba en mi mano!”. Fue milagroso. Empecé puyando al demonio una y otra vez con la punta de la pluma. El demonio chilló como un humano, “Ouch!”. Rápidamente, lo ataqué sin misericordia y brincó y cayó gritando. “Ouch! Sálvame!”. Un líquido verde comenzó a fluir de sus heridas. Debió ser sangre, la cual salía abundantemente.

El otro demonio vió todo esto. Era un demonio musculoso. Me quedé en shock y corrí lleno de miedo. En ese momento, estaba sonando la canción “Gloria, gloria, aleluya” y empecé a cantar. Canté por un instante cuando ángeles descendieron desde el cielo y danzaron en frente de mí. Jesús también estaba de pie y fui lleno de gozo.

El pastor Kim oró mientras sufría por las heridas que los demonios dejaron en su cuerpo. Jesús se acercó al pastor y continuamente tocaba sus heridas con sus manos. Vino a mi y me dijo, “Haak-Sung! No dejes que tus brazos caigan aunque yo sé que es difícil. La oración con las manos en alto tiene mucho más poder”. Le dije a Jesús, “Señor me están solicitando, quieren contratarme para que sea un funcionario público, qué debo hacer?”. El Señor respondió, “Sé paciente. Habrá una mejor oportunidad para ti, así que espera y continua orando”.

Kim, Joo-Eun:

Estaba orando en lenguas, cuando un demonio grande, con una cara redonda, vino hacía mi desde una esquina de la habitación. Tenía en la cara muchas bocas, y la más grande tenía dientes como drácula con dos colmillos afilados con sangre goteando de ellos. Vi también otro demonio, pero este sólo tenía ojos en toda su cara. Fue horripilante. No podia estar mirándolos.

Hoy, aparecieron continuamente demonios frente a mí. Yo grité fuertemente “Demonios, huyan de mí” y ellos se desvanecieron. Retomé la oración cuando de repente, un demonio que lucía realmente fuerte caminó hacia mí, mascullando “Hey! Detente, no ores. Tu oras mucho para ser una jovencita!”. No presté atención y seguí orando cuando él me miró fijamente a los ojos. Blanqueó los ojos, y luego se tornaron negros, me asustó mucho. Era terrorífico. Grité, “Hey, tu demonio!! En el nombre de Jesús, vete de mi!”. Entonces, el demonio se desvaneció. Como continue orando, el demonio que antes se le había aparecido a Baek Bong-Nyo decidió visitarme. Recordé su testimonio con este demonio en particular, por que era exactamente como lo había descrito. Ella era un demonio con apariencia de mujer hermosa vestida de manera formal y que vino caminando de manera ligera hacia mí. Este demonio era muy bello, nunca antes había visto uno así.

“Satanás se disfraza como angel de luz” (2 Cor 11: 14).

Habló de manera refinada. De hecho, me habló respetuosamente. “Por favor, no ores. Porqué estas orando?”. La ignore y continue orando diligentemente en lenguas. De repente, su tono y lenguaje se volvieron ásperos. “Hey, porque estás orando? Cuando tu oras, puedes ver algo especial?”. Luego, gritó, “Deja de orar!”. Les respondí, “En el nombre de Jesús huye de aquí” e inmediatamente ella se desgarró en dos y se reveló el verdadero demonio que era. No pude mantener la mirada porque era terrorífico.

Cuando recuerdo esto, no puedo imaginar como algo que parece tan hermoso, pueda ser tan horrible por dentro. No había visto hasta ahora ninguno tan bello, con un cuerpo y una cara perfecta con largas pestañas. Continué orando cuando ví un demonio con apariencia de niño con un pañuelo rojo. Se puso directamente frente a mí y concentró todas sus fuerzas en sus ojos, los que volvieron rojos. Oré nerviosamente y cuando miré de reojo al demonio, los ojos se le salieron de las órbitas una y otra vez. Traté de echarlo fuera en el nombre de Jesús, pero se resistió y no se movió fácilmente. Oré persistentemente, luego el demonio desapareció. Luego ví dos lunas crecientes que se convirtieron en un demonio redondo que rodó hacia mí. Este gritó, “hey, por que te estás burlando de mí? Deja de reírte. No me gusta!”. Empecé a reírme fuerte, a lo que él dijo “Hum” con irritación. Entramos en una pelea y perdimos. Nos molestamos y gritamos y de la misma manera, el demonio gritó y salió huyendo.

Con la oración, me he dado cuenta de la cantidad de demonios que hay, de lo diferentes que son y que se aparecieron también a otros miembros del equipo de oración. Todos los echamos fuera en el nombre de Jesús. Los demonios constantemente iban y venían pero se movían en confusión. Mientras oraba me sorprendía de lo que estaba haciendo el pastor Kim, entonces miraba a donde él estaba ocasionalmente, pero en vez de verlo a él, lo que veía era una bola de fuego en su lugar.

Sorprendida, abrí mis ojos, para confirmar lo que ví, y ví al pastor sentado en su sitio usual, orando. Cuando cerré mis ojos y mire, ví una bola grande de fuego ardiendo. Los demonios que estaban a su alrededor no podían atacarlo pero si lo miraban. Como no podían atacar al pastor Kim, se fueron hacia los miembros de la congregación para atacar. Los ataques no duraron mucho, cuando usamos el nombre de Jesús, se fueron.

En ese momento, al demonio femenino de cabello largo que se me había aparecido antes, se le esfumó el cabello y sin advertencia ni tiempo para prepararnos, el demonio atacó rápidamente. Me clavó los colmillos de su boca sobre mi brazo izquierdo. Traté de zafarmelo sin éxito. No pude pensar claramente porque el dolor era torturante. Luego, otro demonio me atacó. Era demasiado terrorífico, por lo que grité a todo pulmón. “Señor, señor, ayúdame, por favor, ayúdame!”. Me moví acercándome a la esposa del pastor, y continue orando con las manos en alto. De repente, ví un demonio redondo con unos ojos enormes tan grandes como su cabeza con un cuerno y que obstaculizaba mi camino. Alrededor de 100 demonios vinieron entonces a distraerme de mi oración. Yo los contraataqué gritando. “Uds demonios, porque viven así? Porque me están molestando?”. De repente, uno corrió hacia mí con sus colmillos afilados, gritando, “Queremos enviarte al infierno”. Yo respondí, “Qué? El infierno? Están locos!, uds, váyanse de aquí! En el nombre de Jesús, váyanse!”. Y en ese momento, todos se fueron!.

Después que los demonios huyeron, dejé salir un pensamiento “Wow! Qué tedioso!” Yo pensé que por mi edad, si obedecía al pastor y oraba diligentemente, mis ojos espirituales serían abiertos y podría visitar el cielo. Pero eso no era todo. Aprendí que cuando puedo luchar con los demonios y las fuerzas del mal en una batalla espiritual y ganarla, es sólo cuando puedo ir a visitar el cielo.

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